estaba contenta con su proyecto y con su vida, pero le hubiese gustado sentirse más acompañada. Se preguntaba cuánto tardaría en aburrirse de lo que tenía con Víctor: las cenas de los jueves o viernes, los porros para salir a pasear por la ciudad algunos fines de semana, fiestas electrónicas y sexo, cosas que no tenían la misma fuerza que antes y, para ser honesta, ya no la con