Hay quienes aseguran que el pasado es irreparable, pero en este libro pretende ser un viraje critico, no para enmendar juicios erróneos, sino para sentar lo que siempre fue una verdad científica indiscutible que solo a Finlay le corresponde, el mérito inmenso de sus descubrimientos, exentos de precedencias y precursores, alejado de toda influencia que no fueran los progresos de la medicina en su tiempo. Este libro es un producto de esta época de profundos cambios económicos y sociales, determinados por la revolución socialista cubana que genera una cultura distinta, más profunda y penetrante, que permite examinar las cosas en su real dimensión histórica, sin concesiones al empirismo convencional, ni al subjetivismo tolerante.