Y finalmente Arendt cierra la trilogía explicando qué es el totalitarismo.
Para ella, el totalitarismo como sistema se basa en la ideología del terror, y para ello, construye un Estado Policial sin leyes, en donde el líder decide absolutamente todo lo que acontece en la Nación.
Lo más interesante del libro, para mí, es su disertación acerca de por qué el pueblo se mantiene dentro del Estado Totalitario, incluso apoyando las decisiones del líder aunque sean suicidas, como en el caso de Alemania durante y sobre todo al final de la Segunda Guerra Mundial.
Arendt menciona un montón de cosas pero resalto que con la ausencia de leyes, como individuo no puedes esperar justicia, lo que hace que como ciudadano no tengas idea de qué debes hacer para evitar la cárcel, la deportación o la muerte. Es un estado en el que el individuo es al mismo tiempo verdugo y víctima. Para tratar de salvarme hoy participo y me convierto en verdugo, aunque sé que mañana me voy a convertir en una víctima más.
El sistema te masifica pero al mismo tiempo te atomiza. Vives en una sociedad en donde no puedes confiar en el otro, estás rodeado de personas pero completamente solo, quitándote tu esencia como ser humano y haciéndote presa fácil de la ideología y perdiendo el sentido común y con él, el pensamiento lógico.
Lo más escalofriante del libro es que, como está el mundo en este momento, queda claro que muy pronto vamos a estar allí de nuevo.