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Knjige
Natalia Ginzburg

Las pequeñas virtudes

  • Eduardo Limaje citiraoпре 2 године
    Existen dos tipos de silencio: el silencio con uno mismo y el silencio con los demás. Tanto una forma como la otra nos hacen sufrir igualmente. El silencio con uno mismo está dominado por la violenta antipatía que nos invade hacia nuestro propio ser, por el desprecio hacia nuestra alma, tan vil que no merece que se le diga nada. Está claro que es preciso romper el silencio con uno mismo si queremos tratar de romper el silencio con los demás. Está claro que no tenemos ningún derecho a odiar a nuestra propia persona, ningún derecho a callar nuestros pensamientos a nuestra alma.
  • Juana Alfonsoje citiraoпре 3 године
    Entonces yo tenía fe en un porvenir fácil y alegre, lleno de deseos satisfechos, de experiencias y de empresas comunes. Pero aquella fue la mejor época de mi vida, y sólo ahora que ha pasado para siempre, sólo ahora, lo sé.
  • Aidee Venturaje citiralaпре 3 године
    Es más, tal vez, para aprender después a caminar con los zapatos rotos, sea conveniente tener los pies secos y calientes cuando se es niño
  • Lili Joaquínje citiraoпрошле године
    desnudar las raíces del propio silencio
  • Andrea Murielje citiralaпре 2 године
    Por mis dolores reales, no lloro nunca.
  • Renata Uribeje citiraoпре 3 године
    Después de muchos años, sólo después de muchos años, cuando entre nosotros y esta persona se ha tejido una tupida red de hábitos, de recuerdos y de violentos conflictos, sabremos, por fin, que era de verdad la persona adecuada para nosotros, que no habríamos soportado a otra, que sólo a esa persona podemos pedirle todo lo que nuestro corazón necesita.
  • Véronique Cardoje citiralaпре 5 дана
    porque aquí, en nuestra casa, en nuestra ciudad, en la ciudad donde pasamos la juventud, ya quedan pocas cosas vivas, y nos recibe una multitud de recuerdos y de sombras.
  • Véronique Cardoje citiralaпре 5 дана
    Los sueños no se hacen nunca realidad, y en cuanto los vemos rotos, comprendemos de repente que las mayores alegrías de nuestra vida están fuera de la realidad. En cuanto vemos rotos nuestros sueños, nos consume la nostalgia por el tiempo en que bullían dentro de nosotros. Nuestra suerte transcurre en ese alternarse de esperanzas y nostalgias.
  • Véronique Cardoje citiralaпре 5 дана
    Cuando comenzaba a caer la primera nieve, una lenta tristeza se apoderaba de nosotros. Lo nuestro era un exilio: nuestra ciudad estaba lejos, y lejos estaban los libros, los amigos, las vicisitudes varias y cambiantes de una verdadera existencia.
  • Mariana Peregrinaje citiraoпре 17 дана
    Nuestra ciudad, por lo demás, es melancólica por naturaleza. En las mañanas de invierno, tiene un olor característico a estación y a hollín que impregna todas las calles y todas las avenidas. Si llegamos por la mañana, la encontramos gris de niebla, y envuelta en ese olor tan suyo.
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