es
Mari Jungstedt

Un juego peligroso

Obavesti me kada knjiga bude dodata
Da biste čitali ovu knjigu otpremite EPUB ili FB2 datoteku na Bookmate. Kako da otpremim knjigu?
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    una orden de registro y entró en el piso.
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    aunque la Policía sospecha que se trata de un asesinato. Se está llevando a cabo una inspección técnica del lugar del crimen. De momento, no hay ningún detenido.
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    . La habitación de invitados se encontraba en la planta superior, con vistas a los blancos prados y labrantíos de invierno. Algunas ovejas, protegidas bajo una gruesa capa de lana, miraban desde la verja. Empezaba a nevar. Se sentó en la cama y pudo comprobar que era la hora de darles de comer
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    miró el reloj. Los minutos se arrastraban. Había llegado demasiado pronto
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    no puede comprender que se preocupe tanto por ella. Ha comenzado a pensar en el futuro. Primero se pondrá bien tan pronto como sea posible
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    café y lo acompañan con unas galletas. Resulta agradable estar allí sentada, con él en la cocina y ver el hospital. Encontrarse al otro lado. En el lado sano
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    Entran en un edificio pintado de azul. El portal huele algo áspero. El ascensor es moderno y se traga la silla de ruedas sin problema. Suben al quinto piso.
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    le resultaba algo difícil esa vida de club y asociaciones, aun cuando era plenamente consciente de que cumplían una función muy importante para mucha gente. Claro que las congregaciones estaban bien, pero él no conseguía eludir esa pequeña sensación de sectarismo. Había algo de exclusión en aquella existencia agradable y alegre
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    el fotógrafo contaba con tres asistentes que corrían de un sitio a otro realizando ajustes, midiendo la luz y colocando pantallas fotográficas. La maquilladora y el estilista, que vigilaban todo con ojos de halcón, se acercaban constantemente a la modelo entre toma y toma, y la arreglaban, empolvaban y recolocaban
  • Marta Rimoldije citiraoпре 4 године
    se veía a la perfección lo estrechos que eran los callejones de Gamla Stan, que se extendían hacia abajo, como los tentáculos de un pulpo, desde la céntrica Stortorget
fb2epub
Prevucite i otpustite datoteke (ne više od 5 odjednom)