Estudios sobre (lo que en su momento se llamó) la ciudad

Se convoca un concurso para reconstruir la Zona Cero, no para restaurar la vitalidad de la ciudad o mover su centro de gravedad, sino para crear un monumento a una escala que los monumentos nunca han tenido (salvo con Stalin).

La idea actual de que las áreas urbanas interiores solo pueden rehabilitarse mediante más construcción que restaure cierto estado original es contraproducente y debería ser exorcizada

Sin embargo, el promedio de la edificación contemporánea tiene una esperanza de vida paradójicamente corta; está construido con materiales inadecuados para la eternidad.

Los ejemplos más relevantes de este enfoque los ofrecen aún ciertas propuestas constructivistas para Moscú, en las que los arquitectos rusos, en medio de una grave escasez material, desarrollaron una economía de medios tanto conceptuales como materiales en la que unos gastos arquitectónicos mínimos producían unos beneficios sociales máximos.

las áreas que ya poseen una fuerte entidad actual que merece conservarse y reforzarse.

identificar y “extirpar” esas partes de la ciudad que ahora resultan poco satisfactorias, por razones arquitectónicas o de otra índole, e intensificar e incluso completar los fragmentos que se conservasen.

la vivencia de Berlín como un conjunto arquitectónico.

una ciudad en retraimiento.

Berlín, primero bombardeada y luego dividida, no tiene centro, es una colección de centros que a veces no son más que espacios vacíos. En Róterdam, las bombas vaciaron el centro, que fue reemplazado por un corazón artificial con el vacío en su núcleo. En ambos casos, las revisiones actuales se basan en la negación.

si observamos Silicon Valley, vemos que los grandes innovadores en el campo digital han creado un entorno suburbano anodino que se está volviendo cada vez más exclusivo, con sus burbujas tecnológicas aisladas de la esfera pública. La sorpresa es que el movimiento digital está encontrando oposición en sus propias puertas.