una descarga hormonal que llega con la luna para variar su estado de ánimo y que las hace más susceptibles, más lánguidas, más dependientes, más inestables, más locas, más insoportables. Y como dice Ricardo Arjona (...de vez en mes, tu humor depende de la luna y el culpable siempre yo...) y si con eso viene el cólico es mejor quedarse callado y responder con las seis palabras que mantendrán una relación perfecta “lo que tu digas mi amor”.