¡Qué angustia tan extrema, qué agonía debió de atravesar hasta el asfódelo![2]
Lucia Coronelje citiralaпре 8 дана
La sed enseña qué es el agua; cruzar los mares, qué es la tierra; el éxtasis se aprende en la agonía; la paz, en las historias de batallas; el amor, en los epitafios.
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Hay en esta apartada habitación una quietud que excede la del sueño
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que tengo mucho que contarte! Tu carta me llegó y la de los pájaros; los arces no tenían ni la más remota idea de tu venida — ¡qué rojos se pusieron, créeme!
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A palos no se rompe el corazón, ni con piedra tampoco
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¡Qué extraño que unos pies que tanto sostuvieron se puedan ir así, como si nada!
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con un toque también como de muérdago.
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El único fantasma que de verdad he visto vestía de encaje y no llevaba sandalias en los pies
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único fantasma que de verdad he visto vestía de encaje y no llevaba sandalias en los pies
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No puede ser la muerte —así, tan maquillada—, los muertos van también de blanco. Es la puesta de sol que, de súbito, sella con broche de crisólito mis labios.