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Minae Mizumura

Yo, una novela

  • Ivana Melgozaje citiralaпре 18 сати
    Es posible que ese rápido aprendizaje de un nuevo idioma no fuera resultado de la decisión consciente de echar raíces en una tierra prometida. Parecía surgir de una mentalidad alimentada por la memoria colectiva de la diáspora: si vas a otro lugar, aprendes otro idioma. Punto.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 18 сати
    Es posible que ese rápido aprendizaje de un nuevo idioma no fuera resultado de la decisión consciente de echar raíces en una tierra prometida. Parecía surgir de una mentalidad alimentada por la memoria colectiva de la diáspora: si vas a otro lugar, aprendes otro idioma. Punto.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 19 сати
    Pero una cultura no mira sólo hacia adentro.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 19 сати
    En comparación con Nanae, que se esforzaba por llevar una vida de clase media con artefactos modernos, yo seguía viviendo como una estudiante. De las cosas que Madre descartó al vaciar la casa, Nanae se llevó una cantidad tan enorme que la apodamos “la abuelita avariciosa” porque nos recordaba esa antigua fábula. Por mi parte, nada me interesó además de los libros. Me contentaba con las cacerolas, sartenes, platos, toallas y sábanas con que Madre había equipado nuestro departamento en Boston, las mismas que había comprado veinte años antes, cuando llegamos a los Estados Unidos. Aunque mi vida en este país tuvo su cuota de emoción y felicidad, la obstinada creencia de que mi destino era otro había permeado de un modo furtivo todos los aspectos de mi existencia, incluso mi manera de descongelar bolas de arroz.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 7 дана
    En parte escribía por nostalgia: añoraba nuestra modesta casa de madera en Tokio. Pero más aún, porque me invadía el deseo de trazar los caracteres kanji, aunque mi mano sólo pudiera escribir los que designaban a nuestro domicilio anterior. Gracias a la antigua colección de libros del Abuelo Yokohama, podía comprender un vocabulario cada vez más amplio. Pero escribir los caracteres kanji era otra cosa. Rápidamente estaba olvidando cómo se escribían incluso los que había aprendido en la escuela primaria. El aprendizaje de los kanji solía parecerme un fastidio, a diferencia de la tabla de multiplicar, que tenía una utilidad evidente. Pero al ingresar en un mundo que sólo conocía el alfabeto descubrí que los kanji eran una parte inseparable de mí. Cada vez que escribía mi antigua dirección en Tokio me sentía como un monje que en un templo, con el cuerpo helado por el intenso frío del invierno, copiaba un Sutra a la luz de la vela
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 7 дана
    En cambio, no estaba preparada para esa agobiante sensación, que me pesaba desde hacía bastante tiempo...

    ¿Me equivoqué todos estos años al dar la espalda al idioma inglés con tamaña obstinación?

    ¿Habría debido pasar el tiempo de otra manera? ¿Fui colosalmente estúpida?
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 7 дана
    Doce años antes, cuando Nanae intentó suicidarse –el incidente que Madre desdeñosamente consideró una “escena de novela barata”–, aunque yo era muy joven tuve la vaga impresión de que algún día mi hermana se convertiría en mi responsabilidad.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 19 дана
    Me pregunté si ese ímpetu, más que una característica propia, era común a todas las amas de casa cuando pueden conseguir una ganga. Yo la seguía, oscilando entre la curiosidad y algo similar a la nostalgia.
  • Ivana Melgozaje citiralaпрошлог месеца
    Pero, sin duda, no había benevolencia suficiente para prepararnos: la experiencia de vivir en un país extranjero sería implacable, como descubriríamos más tarde.
  • Ivana Melgozaje citiralaпре 2 месеца
    Y sentía que en ella podría hallar ese Japón que con tanto fervor anhelaba, un Japón inmaculado, a salvo de las impurezas occidentales. Un Japón que nunca existió, tampoco para ella.
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