Cartas encontradas (1966–1974)

Ocurre que el teatro ha sido, desde el principio, una de mis aspiraciones más tenaces y menos satisfechas. Que lo he intentado con una tenacidad tan grande cuanto deplorables han sido los resultados. En prosa, en verso, en un acto, en dos o en tres y, siempre hasta ahora, fallidos todos.

Sabes qué? Ahora que ya encontré mi bolita voy a seguir escribiendo teatro. Presentable o no, no importa

dos obras inéditas,
que publicaría Alfaguara ese mismo año bajo los títulos de Rito de iniciación y Declaración de fe.

Me enorgullezco, por otra parte, de no haberle permitido jamás a ninguno que se interponga entre lo que escribo y yo, que censure lo que no le parezca prudente, que tache, que añada o que cambie si no es por razones de estilo y por motivos estrictamente literarios. Porque creo firmemente que la integridad del escritor está ligada de modo indiscernible con la integridad de su obra.

maestra de literatura en México y en el extranjero. En cuanto a volumen y calidad, quizá su aportación más importante es en el terreno del ensayo. De 2004 a 2007 Conaculta publicó tres tomos en los que la maestra estadunidense Andrea Reyes logró reunir la totalidad de la obra ensayística de Rosario Castellanos, incluidos textos que nunca habían sido publicados en forma de libro. Mujer de palabras fue el título de esa colección, que contiene 337 ensayos no recopilados anteriormente.

su viaje de regreso a México, la sorprende un atroz invierno en París que acentúa en su alma la conciencia de su soledad, y vive con tal desesperanza el rechazo del otro que decide finalmente entablar una demanda de divorcio. En este periodo, a partir de la sección que se inicia con el poema “Bella dama sin piedad” y concluye con “El retorno”, escribe las más lacerantes páginas de su obra
poética, que aparecerán por primera vez en 1972 bajo el sello del Fondo de Cultura Económica en el volumen Poesía no eres tú, edición en que se reúne su poesía completa.

UNAM, donde imparte cursos de literatura comparada hasta 1970