«Aunque parecía que los nazis estaban dispuestos a erradicar las prácticas astrológicas del suelo alemán, su actitud revelaría una desconcertante paradoja. A pesar de la citada campaña pública de desprestigio, estas prácticas adivinatorias se seguirían llevando a cabo de forma controlada y secreta en las altas esferas del régimen. […] El régimen se empleó con dureza contra adivinos y videntes en el marco de la Aktion Hess. Pero, sorprendentemente, unos meses después los propios dirigentes nazis acudieron a esos mismos adivinos, reclamando su ayuda para ganar la guerra. […]
En estas páginas, el lector podrá conocer la insólita historia de esos hombres que trataron de hacer fortuna, o únicamente sobrevivir, en ese peligroso entorno, en el que un día podían ser agasajados por un jerarca nazi ávido de conocer su futuro personal o el del régimen al que servía, para al día siguiente ser detenido por la Gestapo y enviado a un campo de concentración. Su dramática historia se vino a sumar a las de muchos otros que, sin haber cometido ningún crimen, se vieron arrojados a la máquina represora puesta en marcha por los nazis nada más llegar al poder. Al igual que los otros colectivos que fueron apuntados en la lista negra del régimen, los astrólogos y videntes fueron sometidos a una terrible injusticia, pero que, a diferencia de aquellos otros, el tiempo no se ha encargado de reparar.»