A esto, añadamos dos proposiciones importantes: por una parte, el observador crea el cuadro; por la otra, todo puede servir como soporte estético. Por un lado, el artista produce, sin duda, pero el espectador debe también recorrer la mitad del camino para completar la totalidad del trayecto estético: nacimiento del observador artista; por el otro, la desaparición de los materiales nobles en beneficio de materiales, nobles o innobles, triviales o preciosos, materiales o inmateriales, etcétera.