Estaba dispuesta a casarse por el bien de su familia, pero no iba a aceptar de buen grado el papel de esposa obediente
Los Theron siempre habían sido una de las familias más ricas y poderosas de Australia y no creían que Reith Richardson, un empresario que se había hecho a sí mismo tras criarse en una humilde granja, fuera digno de negociar con ellos. Hasta que la situación cambió drásticamente y Reith se convirtió en el único hombre que podía salvarlos de la ruina. Pero si Francis Theron quería que lo ayudara iba a tener que pagar un alto precio…. nada menos que su hija Kimberley.