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Knjige
Leila Guerriero

La otra guerra

  • Rafael Ramosje citiraoпре 4 године
    Mientras, desde un cementerio casi siempre solo, los muertos irradiaban muertes que ya eran mucho más largas que sus vidas
  • Rafael Ramosje citiraoпре 4 године
    Guiados por el hilo evanescente de datos dispersos empezaron a recorrer, los fines de semana, ciudades y pueblos.
  • Ayanet Nje citiralaпрекјуче
    En 2008, Elda hizo un viaje a las islas, por su cuenta. Al llegar, repartió en bares, casas y hosterías una carta en la que pedía que, quien supiera dónde estaba enterrado su hijo, se lo dijera. Días después, alguien le dejó un mensaje anónimo en el sitio donde se hospedaba diciendo que su hijo podía estar en el sector B, fila 5, tumba 9 o tumba 10. No le importó el verbo en potencial –«podía»– y fue a buscarlas.

    –Y esas tumbas no tenían nombre. Así que se arrodilló y rezó ahí. Y hoy mi tío está identificado y es la tumba 9. O sea que ellos sabían.

    Una foto tomada durante ese viaje muestra a Elda Marquez mirando a cámara, con una mano apoyada en cada una de las cruces. Cuando ella murió, sus descendientes dejaron de buscar al tío Rubén.
  • Ayanet Nje citiralaпрекјуче
    en un bombardeo. Ese año, Ana viajó a Malvinas en uno de los viajes organizados por Eurnekian, escribió el nombre de Andrés en una piedra y la dejó sobre una lápida cualquiera. Y en 2013 Raquel recibió un llamado.
  • Ayanet Nje citiralaпрекјуче
    –Se los llevaron, los dejaron allá tirados, y como si no hubiese pasado nada –dice Raquel.

    En algún momento, los vecinos hicieron gestiones para que la calle llevara el nombre del caído, y a ellas les pareció bien. En 1999, su padre murió por una úlcera perforada. En 2003, un soldado que las había buscado durante décadas las encontró y, por él, supieron que su hermano había fallecido el 14 de junio
  • Ayanet Nje citiralaпре 3 дана
    En 1983 terminó la dictadura, se restableció la democracia y la guerra quedó en la memoria como el intento agónico del régimen militar por unir al pueblo en torno a una causa
  • Ayanet Nje citiralaпре 3 дана
    El cementerio se inauguró el 19 de febrero de 1983. Luego, Cardozo volvió a Inglaterra. No regresó a las islas pero jamás dejó de pensar en ellas.

    Yo supe cómo había muerto mi hermano veinticinco años después de la guerra.

    Yo pensé que ese cementerio estaba vacío.

    A mí me habían dicho que estaban en una fosa común.

    Yo siempre creí que él iba a volver.

    ¿Cómo nadie nos dijo nada del trabajo que había hecho Cardozo?
  • Ayanet Nje citiralaпре 3 дана
    Al terminar la guerra, miles de soldados regresaron a sus casas, pero, salvo excepciones, el Estado no notificó oficialmente la muerte de quienes no volvieron. Día tras día, semana tras semana, cientos de familiares recorrieron los cuarteles buscando al muerto vivo, al despedido al pie de un autobús semanas antes.
  • Ayanet Nje citiralaпре 3 дана
    Seiscientos cuarenta y nueve soldados y oficiales argentinos murieron en combate. El nombre de más de cien de ellos demoró treinta y cinco años en ser esculpido. No en la historia grande sino en una lápida.
  • Ayanet Nje citiralaпре 3 дана
    La locutora, el pueblo, el teniente coronel celebraban que, horas antes, tropas nacionales habían desembarcado en las islas Malvinas, un archipiélago del Atlántico sur que llevaba 149 años bajo dominio inglés con el nombre de Falkland Islands, y cuya soberanía se reclamaba desde siempre.

    Siguió una guerra corta, de setenta y cuatro días. Pocas cosas se detuvieron en el país por ese conflicto.
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