La presente obra inicia un diálogo entre el pensamiento de dos autoras cuyas sendas del exilio se cruzaron en tantas ocasiones, sin que aconteciese, no obstante, el encuentro entre ambas. La novedad de las siguientes páginas incide en un acercamiento de las filosofías de Hannah Arendt y de María Zambrano, tan alejadas en su tono de enunciación, pero paralelas en su deseo por estirar los límites de la razón más allá de lo aceptado por los cánones.
La centralidad del sentir amoroso, de la figura del prójimo, de la imaginación creadora, así como la potencia alquímica del decir poético son las piedras de toque sobre las que se yerguen las obras filosóficas de ambas autoras. Dos voces, pues, que dialogan sobre el sentido del acto reflexivo desde la inalienable condición de ser mujeres.
Inspirada por la reflexión de dos exiliadas en tiempos de oscuridad, esta obra se torna esencial al proponer una mirada oblicua de la crisis, haciendo hincapié en una respuesta esperanzada que da prioridad a la creación desde la ruina y a la heroicidad del gesto extraordinario del sujeto común.