La búsqueda de constituirse en un país próspero ha surgido muchas veces de las cenizas de la destrucción, de la humillación nacional y de la aparente condena a la desdicha eterna. En algunos momentos de la historia, algunos países decidieron no resignarse a su condición de pobreza. Con la dirección del Estado y la colaboración del sector empresarial, coordinaron un esfuerzo titánico para motivar completas transformaciones productivas: una estrategia de coordinación intensiva que se resume en el concepto de Estado Desarrollador. En este libro se presentan los casos de Alemania, Japón, Corea del Sur, China, Finlandia y Vietnam. Se analizan los momentos de inflexión en su historia económica, para destacar las condiciones, principios, puntos en común y diferencias de estos países que, bajo la rectoría del Estado, no se conformaron con ser mano de obra barata.