Insta-brain

Llevar a cabo varias actividades de forma simultánea no solo deteriora nuestra capacidad de concentración. También parece afectar a nuestra memoria operativa o memoria de trabajo, la cual funciona como una especie de «superficie de trabajo mental»

los más deprimidos son los que más utilizan el teléfono.

que nos alteremos tanto como para sufrir un ataque de ansiedad tal vez no tenga que ver solo con el dinero.

En cierto modo, es sorprendente que no suframos más enfermedades mentales teniendo en cuenta el entorno tan extraño en el que vivimos.

¿Es de extrañar que te estrese —que incluso te haga sentir pánico— separarte de algo que cada diez minutos te sirve nuevas experiencias y recompensas? No lo es, ¿verdad?

La verdad es que tampoco resulta tan sorprendente. Como ya hemos visto, ¡la dopamina nos dice hacia qué dirigir nuestro interés! Si tenemos frente a nosotros un objeto que nos sirve a diario miles de pequeñas recompensas de dicha sustancia, no tiene nada de raro que el cerebro centre su atención en él

Resistirnos al impulso de coger el teléfono es una acción consciente que, por lo tanto, limita y perturba nuestra capacidad de concentración.

Es decir, con la multitarea, el cerebro tiende a mandar la información sobre hechos al lugar equivocado, mientras que si uno vuelve a limitarse a una sola actividad, pasará a ser enviada otra vez al hipocampo.

Para aprender una cosa a fondo, se necesita tanto contemplación como concentración

Steve Jobs definió los ordenadores como «bicicletas de la mente», gracias a las cuales podemos pensar más rápido. Sin embargo, yo diría que en ocasiones sería más apropiado llamarlos «taxistas de la mente», pues, más que ayudarnos a razonar, lo que evitan es que tengamos que esforzarnos lo más mínimo por hacerlo.