Pero yo sí. ¿Y sabes qué hizo Wolfe? Me perdonó.
Dejó la taza de té en la mesa e irguió la espalda y comunicó la información con una pose estudiada y la voz firme:
—Soy la madre biológica de Wolfe. Una alcohólica rehabilitada que estaba demasiado ocupada emborrachándose como para prepararle la cena a mi hijo la noche que fue testigo de cómo tu padre mataba a tiros a su hermano, Romeo. Tras lo ocurrido, los Keaton lo adoptaron. No pude oponerme al sistema y la muerte de Romeo fue un golpe tan grande que dejé mi adicción. Fui a rehabilitación y, cuando me dieron el alta, traté de volver a formar parte de la vida de Wolfe, quien, por cierto, se llama Fabio en realidad. Fabio Nucci.