Entre nuestro repertorio de comunicación primate tenemos gritos, suspiros, sollozos, risas, bufidos, etcétera, junto con una buena gama de expresiones faciales para transmitir sorpresa, alegría, asco o enfado. Usamos estas señales, además, para transmitir el mismo tipo de mensajes que los utilizados hoy en día por otros primates, pero con un mayor abanico de expresiones en nuestro caso, ya que los humanos tenemos un control más refinado de los músculos de la cara y el cuello (por ejemplo, respecto a las expresiones faciales innatas, se han encontrado unas veinte categorías distintas).