Cartas a Ricardo

o, no te pido que cuides de no herirme porque yo soy la que tiene que aprender a no sentirse herida.

Cómo quisiera estar en alguna parte, en esa parte “donde amor no es congoja”. Porque yo lo único que sé hacer a conciencia, es sufrir y transmitir mi sufrimiento a los demás.

siempre había sido muy celosa de mi independencia, de mis convicciones y hasta de mis opiniones. Pero cuando estábamos juntos, era una cosa que me daba risa, ver cómo, de pronto, toda mi independencia, mis convicciones y mucho más mis opiniones se evaporaban.

Lo del Palacio de Hierro,
que mandan cartas sin cesar (la última señalaba una cifra de 2 500.00 por manejo de cuenta como ellos dicen)

Vino Emilio Carballido, deprimidísimo

a pesar de que tú me digas que eso no te molestaría y que sería mejor que tuviera un amante para que comprendiera, etc.

no poses en mí la mirada cosificante y mírame como si yo fuera algo distinto

Además ya me estoy volviendo un hacha para estacionarme aun en espacios muy pequeños.

nada me valió tomar Valium porque no me hacía ningún efecto.

nada me valió tomar Valium porque no me hacía ningún efecto.