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Knjige
Amparo Dávila

El huésped y otros relatos siniestros

  • Nancy Castroje citiraoпре 2 године
    Tal vez esta habitación nos queda demasiado grande o demasiado estrecha y por eso no sabemos qué hacer con nuestros cuerpos y las palabras.
  • (esc) rito de iniciaciónje citiralaпре 2 године
    Todo fue ligero entonces y gaseoso. La sustancia fue el humo, o el sueño, la niebla que se vuelve irrealidad. Todo era instante.
  • Moncerratje citiralaпре 6 месеци
    Quisiera conocer contigo el mundo, quisiera entrar contigo en el sueño y despertar siempre a tu lado.
  • Kary Lorenzoje citiralaпрошле године
    En aquella casa nadie había dormido jamás tranquila ni normalmente, su sueño era ligero, atento siempre al menor ruido. Pero nadie se quejaba nunca, resignados ante lo irremediable, aceptaban su cruel destino y lo padecían en silencio.
  • Kary Lorenzoje citiralaпре 2 године
    cada vez se abre entre nosotros una zanja más honda. Vivimos agazapados, desconocidos, ahogados por el silencio.
  • Ro Delgadillo Martinezje citiralaпре 3 године
    Quiero irme
    un día soleado
    de una primavera reverdecida
    llena de brotes y retoños
    de pájaros y de flores,
    a buscar
    mi Jardín del Edén

    Fallecimiento: 18 de abril de 2020, Zacatecas

  • Ro Delgadillo Martinezje citiralaпре 4 године
    El tiempo es una daga suspendida sobre nuestra cabeza
  • Dianela Villicaña Denaje citiralaпре 11 дана
    Estaba peinando a mis niños cuando oí el llanto del pequeño mezclado con extraños gritos. Cuando llegué al cuarto lo encontré golpeando cruelmente al niño. Aún no sabría explicar cómo le quité al pequeño y cómo me lancé contra él con una tranca que encontré a la mano, y lo ataqué con toda la furia contenida por tanto tiempo.
  • Dianela Villicaña Denaje citiralaпре 11 дана
    Mi marido no tenía tiempo para escucharme ni le importaba lo que sucediera en la casa. Sólo hablábamos lo indispensable. Entre nosotros, desde hacía tiempo el afecto y las palabras se habían agotado.
  • Dianela Villicaña Denaje citiralaпре 11 дана
    Cuando los niños se dormían, Guadalupe me llevaba la cena al cuarto. Yo no podía dejarlos solos, sabiendo que se había levantado o estaba por hacerlo. Una vez terminadas sus tareas, Guadalupe se iba con su pequeño a dormir y yo me quedaba sola, contemplando el sueño de mis hijos. Como la puerta de mi cuarto quedaba siempre abierta, no me atrevía a acostarme, temiendo que en cualquier momento pudiera entrar y atacarnos. Y no era posible cerrarla; mi marido llegaba siempre tarde y al no encontrarla abierta, habría pensado… Y llegaba bien tarde. Que tenía mucho trabajo, dijo alguna vez. Pienso que otras cosas también lo entretenían…
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