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Knjige
Salomé Esper

La segunda venida de Hilda Bustamante

  • Cristinaje citiraoпре 2 месеца
    Cuando Hilda murió, Álvaro tenía 78 años. No hubo palabras para describir su dolor.

    Cuando se volvieron a ver, y el reloj reinició, tenían ya la misma edad.

    Después, el tiempo no importó.
  • Cristinaje citiraoпре 2 месеца
    Todas se rieron un montón cuando Carmen lo dijo, ella más que nadie, sabía que era verdad y con ese chiste se daba cuenta de que todas ellas también lo sabían y que no les importaba, rio por eso, por ese no importarles. Fue quizás sentirse amada pese a lo que había marcado una diferencia: no esperaban que fuera más de lo que era.
  • Cristinaje citiraoпре 2 месеца
    Mi mamá siempre dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad
  • Cristinaje citiraoпре 2 месеца
    Álvaro sabía que él no podía provocarlo pero ese amor le pegaba de rebote, una luz reflejando otra luz, cayendo sobre él, y en esa luz se quedaba, contento.
  • Sol Ríosje citiralaпре 2 године
    Le contó que había florecido el amancay y que le había dado su regalo a Susana, que Carmen insistía en cocinar panes caseros que le salían más bien duros, que Clara no hablaba mucho pero cada vez que lo visitaba controlaba que el helecho tuviera agua, que quizás solo iba a eso y verlo a él era una excusa.
  • Teresaje citiralaпре 14 сати
    Las cosas ocupan mucha energía para sobrevivir cuando no están donde corresponde, se esfuerzan todo lo que pueden, estiran sus tallos como esas alegrías, se desploman en un acto dramático como aquella albahaca. Rascan, empujan, quiebran, corren, hasta encontrar su lugar, ahí donde pueden nutrirse sin esfuerzo, con uno o dos abrazos al día.
  • Teresaje citiralaјуче
    mamá siempre dice que Dios nos da lo que podemos aguantar, pero yo no creo que sea así. Aguantamos porque nos ayudan. Sola no se puede ni con la felicidad
  • Inerciaje citiralaпре 4 дана
    El día de su cumpleaños, Susana lo buscó apenas se despertó. Era una caja de cartón. Ya esperaba ver velas o algún santo cuando la abrió y vio un libro de bolsillo que prometía crímenes e investigaciones. Alguien por fuera de este mundo le hablaba directamente. Se le nubló la vista. Abrió el libro. En la página blanca, antes del título y la historia, decía: «Para Susi. Me alegra que hayas encontrado tu tiempo. Espero que no hayas leído este, tu amiga que te quiere, Hilda».

    me destruyó, hasta me puso piel de gallina

  • Teresaje citiralaпре 5 дана
    Álvaro sabía que él no podía provocarlo pero ese amor le pegaba de rebote, una luz reflejando otra luz, cayendo sobre él, y en esa luz se quedaba, contento.
  • Teresaje citiralaпре 5 дана
    en ese momento, al escucharla, al escucharse en esa voz, se encontró en su nombre como hacía tiempo no se encontraba, y su cuerpo volvió a su cuerpo, letra por letra, sin saber que antes se había ido
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