Pero desde que era muy joven, tuve la idea de que la muerte está siempre contigo. No es algo que aparezca al final de tu vida. Caminamos con nuestra muerte, y cuando he cargado la muerte de alguien junto a esa persona, es una colaboración muy especial, porque se trata de asir conceptualmente la idea de la muerte y permitir que se expanda. La muerte es una pantalla para que su vida se proyecte por completo. Es muy rica, como el terciopelo sintético. Es gruesa, lenta, lujosa, y Sheyla Baykal lo comprendió muy bien.