Las pruebas del sol

–Mierda –protestó Niya con un suspiro–. Necesitaremos una provisión de dulces más grande

Ah, sí. ¡Con esto puedo apuñalar a alguien y regresarlo a la vida! –festejó Niya con los obsequios en las manos.

–¡No funciona tan bien! –se apresuró a aclarar Primavera, pasmada

–Sol es le unique capaz de exiliar a los Obsidianos otra vez –intervino Lumbre con claro fastidio ante la interrupción sentimental–. Y Sol murió.

–No murió –la corrigió Tierra–. Solo ha dejado este mundo. De nosotros depende traerle de vuelta.

Teo no se había atrevido a tener esperanzas, pero Niya se tambaleó hacia atrás, justo a través de la barrera y hacia la meta, con Xio aún en brazos.

Teo cerró los ojos y respiró hondo.

Había funcionado.

Sus amigos estaban a salvo.

Podía dejar de esforzarse.

Mientras caía y la luz de su traje se apagaba, le rezó a Sol que hubiera sido suficiente para mantener a Xio a salvo.

Y, luego, todo se volvió negro.

Mi madre lo llama entrenamiento de resistencia –

Pero debemos intentar hacer lo correcto, sin importar quién esté dispuesto a escuchar.

Pero no causas problemas con intención de lastimar a los demás. Cuando ves injusticias o a alguien que actúa de forma injusta, causas problemas para detenerlas.

–No es como si hubieras tenido opción.

Con eso, Teo recordó lo que Diosa Opción había dicho. Todos tenemos elección.

Tus alas se ven increíbles –señaló el sacerdote con la voz ronca a pesar de que se había aclarado la garganta–. He estado esperando poder decírtelo. Estoy orgulloso de ti.

Nosotros los servimos a ellos –aclaró la diosa–. Ese es nuestro poder. Es un privilegio que nos concedieron. Nuestra gente tiene libre albedrío y nuestro poder no significa nada si ellos no creen en él.