Quiero decir que él solo era el hijo de su empleada doméstica, pero lo trataron como si fuera uno de los suyos. ¡Pobres Kinsley! ¡Si hubieran sabido que todo el dinero que estaban invirtiendo en matrículas, uniformes escolares, lecciones de piano y enciclopedias caras sería malgastado! ¡Si hubieran invertido ese dinero en mí en lugar de en el tío! Yo sabía que era lista, más lista que el lío y más agradecida. Sabía que si me hubieran dado la mitad de las oportunidades que le habían dado a él, nunca les habría decepcionado. No, a diferencia del tío, yo había agradecido la posibilidad de tener una vida mejor.