... Mierda, no podía.
—No es tan fácil, Adrik... —negué, tratando de ser realista—. Habría problemas porque primero estuve con él y luego contigo...
—Buscaré la forma de arreglar eso —me interrumpió, intentando que viera el otro lado—. Pero tienes que elegir. Suena egoísta, sí, pero es que no quiero estar contigo a sus espaldas.