«era una mujer que encendía todo a su paso», y evocar en desorden escenas en las que aparece
Mi madre también lo es, será que todas las mamás tienen sobre nosotras una energía que aplasta?
Marisol Cidje citiraoјуче
el último nexo con el mundo del que salí.
Marisol Cidje citiraoјуче
Ya no volveré a oír su voz. Es ella, con sus palabras, sus manos, sus gestos, su manera de reír y de caminar, la que unía a la mujer que soy con la niña que fui
Marisol Cidje citiraoјуче
Esa sensación, en la que la presencia ilusoria de mi madre es más fuerte que su ausencia real, es sin duda la primera forma de olvido.
Marisol Cidje citiraoјуче
Entre nosotras, la amabilidad, casi la timidez de las personas que ya no viven juntas. Durante años, solo intercambié puras réplicas con ella.
Marisol Cidje citiraoјуче
En ciertos momentos, tenía en su hija, frente a ella, a una enemiga de clase.
Marisol Cidje citiraoјуче
Y descubría que entre el deseo de cultivarse y el hecho de ser una persona culta, había un abismo.
Marisol Cidje citiraoјуче
veces me imaginaba que su muerte no me haría ningún efecto.
Marisol Cidje citiraoјуче
Intento no considerar la violencia, los desbordamientos de ternura, los reproches de mi madre como simples rasgos de su personalidad, sino situarlos también en su historia y su condición social.
Marisol Cidje citiraoпрекјуче
Conocía todos los gestos que hacen posible a uno arreglárselas con la pobreza.