2.La profundización en los modelos teóricos de enseñanza de la lectura que han tenido mayor resonancia en los últimos años, desde los enfoques comunicativos en la enseñanza del lenguaje o el modelo de educación literaria (cfr. ) hasta las propuestas de la pedagogía de proyectos que, desde diversos ámbitos, se han defendido para la formación lectora y escritora de niños y jóvenes.72
3.La comprensión e interiorización de las principales líneas de trabajo relacionadas con los objetivos de la formación lectora y literaria. Esto supone la adquisición de saberes en torno a los diversos espacios y modalidades de lectura escolar (autónoma, compartida y guiada), a los dispositivos didácticos más relevantes en ese marco (discusiones literarias, diarios de lectura, dispositivos de lectura guiada, talleres de escritura creativa…) y a las formas de actuación del mediador para dinamizar esos espacios y dotar de sentido esos dispositivos.