La novela más universal de los maestros de la ciencia ficción rusa.
Don Rumata de Estor es un aristócrata con una posición de privilegio en la corte de Arkanar, un prohombre cuya compañía es tan codiciada como su alcoba y de quien se cuentan hazañas milagrosas. Pero mientras que se desenvuelve con soltura entre duelos e intrigas palaciegas, se siente impotente a la hora de entender los mecanismos de represión que embrutecen el reino. Y su tragedia personal es que, como observador, sabe que no puede ni debe influir en el curso de los acontecimientos. Disfrazada con desfachatez de novela de intriga y aventuras, y tan ágil como chispeante en ese sentido, Qué difícil es ser dios (1964) se abre ante el lector como una muñeca rusa, revelando capas y más capas de sugerencias y connotaciones que la han convertido en una de las cumbres de la literatura soviética. Ofrece un análisis certero sobre el totalitarismo y, a la vez, una reflexión vívida e incisiva sobre el papel que, como su personaje, se veían obligados a representar los propios autores para sortear la censura. Un clásico complejo y apasionante que presentamos en todo su esplendor en su primera traducción directa del ruso al castellano. «Un libro soberbio en todos los sentidos»