Este libro es parte de una investigación un poco más amplia nombrada «La reinvención de los negocios ferroviarios: Argentina y Brasil entre 1950 y 1990» que corresponde a mi post doctorado desarrollado en la Universidad de San Pablo en convenio con la Universidad de Buenos Aires, y que contó para ese fin, con una beca de la «Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de São Paulo» — FAPESP. Mi objetivo fue analizar las principales intervenciones estatales argentinas y brasileñas, respectivamente, frente a la conocida crisis ferroviaria. Desde la década de 1950, tanto en Argentina como en Brasil, el Estado se encargó del papel de empresario ferroviario. En manos estatales, por décadas, los ferrocarriles pasaron por una amplia reformulación de sus modelos de negocios; y después, en ambos países, volvieron al control de la iniciativa privada. Se pretende en este trabajo, refutar o reformular aquella argumentación teórica fundamentada en la presuposición central de que la era ferroviaria llegó a su fin o que el sistema ferroviario fue totalmente desmantelado. Pues, paralelamente a este desmantelamiento de una parte sustancial de los ferrocarriles argentinos, resurgió de entre esos escombros un nuevo modelo de negocio ferroviario: ¡el del ferrocarril mínimo! Limitado al transporte de algunas pocas cargas; operado por unos pocos trabajadores. El retorno de las empresas privadas al sector, como concesionarios, durante el proceso de reconcesión en la Argentina y en Brasil, en la década de 1980/1990, respectivamente, parece ser un argumento más para contrarrestar la tesis de que los ferrocarriles se acabaron a mediados del siglo XX. El ferrocarril siguió existiendo como concesión pública; sin embargo, para uso cada vez más privado.