Desayuno Con Partículas

Ésta es una gran enseñanza de la física cuántica: hay que desafiar las ideas preestablecidas, aunque sea como un juego, si no queremos vivir limitados por un pensamiento único basado en verdades temporales que se van agrietando.

Moraleja: que no podamos ver determinadas dimensiones no significa que no existan. Esto es una lección muy útil para la física cuántica —y para la vida— que nos muestra fenómenos que no somos capaces de comprender. Y, sin embargo, existen.

para los cosmólogos el universo es la parte del universo que podemos llegar a «ver», una esfera de unos 14.000 millones de años luz: nuestra «burbuja de Hubble».

La pregunta es: si materia y antimateria se aniquilan al entrar en contacto, ¿no debería haberse destruido todo tras el Big Bang? ¿Cómo consiguió una porción de materia sobrevivir y crear el universo que hoy conocemos? ¿Tiene la naturaleza un favoritismo hacia la materia?

neutrinos?
—Una parte de ellos vienen del Sol y nos atraviesan de día y de noche. También proceden de los rayos cósmicos y del Big Bang, desde el origen

la anécdota que leí en Quantic Love de por qué Murray Gell-Mann los llamó quarks. Encontró esta palabreja en una novela incomprensible de James Joyce titulada Finnegans Wake. El pasaje decía algo así como: «Three quarks for Muster Mark! Sure he has not got much of a bark. And sure any he has it's all beside the mark[

2. La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá, hacia lo imposible.

debemos replantearnos el término «imposible». A menudo se trata de una barrera mental que nos impide ver más allá de nuestros prejuicios.

un teléfono móvil que cualquiera de nosotros lleva en el bolsillo tiene mayor potencia que todas las computadoras utilizadas por la NASA al enviar por primera vez al ser humano a la Luna.

Así como los ordenadores clásicos trabajan con los llamados bits de información: «0» o «1», como unidad básica de información, los ordenadores cuánticos trabajan en el mundo atómico con el equivalente cuántico: los qubits, que pueden estar en estados de superposición de «0» y «1».