Unos meses de mi vida

Existe asimismo un objetivo moral, aunque ese es un aspecto del que todavía no he hablado. Balzac, más o menos en la misma época, dice más o menos lo mismo que Lérmontov; en ambos casos se trata menos de describir el Mal en general que de describir el Mal moderno, generacional. Dostoievski, al contrario de lo que quizá pensaba, se encuentra en la misma situación. También le ocurre a Bret Easton Ellis, pero a él de una forma plenamente consciente. Sobre Hubert Selby Jr es más difícil pronunciarse, y merecería un examen a fondo, en especial en lo relativo a El demonio. En mis lecturas, Baudelaire es el único que declara con toda franqueza una ambición más grande en el epígrafe a Las flor

visuales inspirados en Lovecraft. Reforzaba esta referencia la asociación ficticia entre una escuela de arte neerlandesa y la Miskatonic University, elemento importante del universo de Lovecraft. No tenía la menor intención de utilizar esta idea, sino de servirse de ella como un cebo para atraerme a Ámsterdam con fines que enseguida se verán.

Nunca me había gustado el Siglo de las Luces, la Revolución francesa me despertaba una repulsión creciente, seguía estando convencido de que a la larga no es posible, y menos aún deseable, una sociedad sin una religión.

Además, yo había dejado de creer en las creencias, me refiero a las ideas políticas, filosóficas o religiosas en torno a las cuales los seres humanos fingen agruparse. Aún creía en el amor

La montaña mágica, en Doctor Faustus, elegirá otra vía; saturará sus relatos con problemas e ideología, analizará la vida intelectual, el destino del intelectual. Robert Musil, con otros medios, perseguirá los mismos fines. Hoy los leemos con placer. Pero no está dicho que la obra discreta de Fontane no les sobrevivirá cuando esos edificios ambiciosos se derrumben.

Jean Birnbaum (Le Monde) y Geoffroy Lejeune (Valeurs actuelles) pertenecen intelectualmente a la elite de una profesión que es despreciada con toda justicia por los franceses

No podemos decir que la lectura o la escritura formen realmente parte de la vida, más bien nos brindan una alternativa

A menudo me consideran, y quizá con razón, un escritor pesimista, pero la lucidez que puede contribuir a escribir buenos libros no es necesariamente la mejor actitud en la práctica, con frecuencia es preferible escribir como si todo pudiera arreglarse.

La eutanasia es uno de esos raros temas que en verdad separan las civilizaciones que merecen sobrevivir de las que no.

escribí sobre la eutanasia para el Harper’s Magazine. John (alias Rick) MacArthur, el redactor jefe de la revista, me había puesto en contacto con dos chicas jóvenes que tenían un «podcast» llamado Red Scare y querían hablar conmigo, en especial sobre ese tema.