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Ryunosuke Akutagawa,August Nemo

7 mejores cuentos de Ryunosuke Akutagawa

  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaјуче
    -Después de todo, el Estado le ahorra al obrero la molestia de morir de hambre o de suicidarse. Se les hace oler un poco de gas venenoso, y de esa manera no sufren mucho.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaјуче
    -Nada pueden hacer aunque protesten -dijo Pep, que estaba sentado frente a un durazno salvaje-. Tenemos la “Ley de Matanzas de Obreros”.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaјуче
    -Matamos a todos los obreros despedidos y comemos su carne. Mire este diario. Este mes despidieron a 64.769 obreros, de manera que de acuerdo con esa cifra ha bajado el precio de la carne.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaјуче
    -¿Este polvo? Es de sesos de asno. Se secan los sesos y se los convierte en polvo. El precio actual es de dos a tres centavos la tonelada.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaјуче
    Para imprimir un libro es suficiente poner papel, tinta y unos polvos grises en una abertura en forma de embudo de la máquina
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaпре 4 дана
    Dígame, ¿acaso en su país las mujeres de la clase baja no se convierten en prostitutas? Es puro sentimentalismo eso de indignarse por la costumbre de comer la carne de los obreros.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaпре 4 дана
    Sentí un borbotón acre y tibio subir por mi garganta, pero nada me dolió. A medida que mi pecho se entumecía, el silencio se profundizaba. ¡Ah, ese silencio! Ni siquiera cantaba un pájaro en el cielo de aquel bosque.
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaпре 8 дана
    Él le decía: «Ahora que tu cuerpo fue mancillado tu marido no querrá saber nada de ti
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaпре 8 дана
    -Takehiro, después de lo que he sufrido y en esta situación horrible en que me encuentro, ya no podré seguir contigo. ¡No me queda otra cosa que matarme aquí mismo! ¡Pero también exijo tu muerte! Has sido testigo de mi vergüenza! ¡No puedo permitir que me sobrevivas!
  • Brenda Edith Chávez Aguilarje citiralaпре 8 дана
    Después... ¿qué me pasó? No tengo fuerzas para contarlo. No logré matarme. Apliqué el cuchillo contra mi garganta, me arrojé a una laguna en el valle... ¡Todo lo probé! Pero, puesto que sigo con vida, no tengo ningún motivo para jactarme. (Triste sonrisa.) Tal vez hasta la infinitamente misericorde Bosatsu abandonaría a una mujer como yo. Pero yo, una mujer que mató a su esposo, que fue violada por un bandido... qué podía hacer. Aunque yo... yo... (Estalla en sollozos.)
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