Pero que el tema sea importante nunca determina que la novela lo sea. Al contrario, puede resultar un problema porque, muchas veces, los asuntos importantes van de la mano de opiniones sólidas, ya formadas, y todo lo que ya está formado de antemano es problemático para la novela; porque la novela, en mi opinión, es importante justo porque da voz a algo que no la tiene, a algo que de otro modo no podría hacerse oír, y como de los asuntos importantes se habla en todas partes, a la novela le resulta complicado estar ahí. Puede conseguirlo asegurándose de que se acerca tanto al meollo que evita la opinión.