El narrador de esta historia es un escritor que ha ido a Lota para conocer más acerca de la localidad. Paola, una entusiasta joven lotina, al son de su canto de venta "¡Cocicaliente los piñoones..!", tiene “sus motivos” para alimentarlo de sabrosas historias, tanto de la ciudad como de la familia Cousiño, cuya riqueza y aciertos en los negocios permitieron que Lota fuera la primera ciudad del país en tener luz eléctrica, incluso antes que la capital.
Y después, apenas iniciado el siglo XX, teléfono y agua potable. El lector compartirá las correrías y peculiaridades de quienes delinearon la historia de Lota, desde la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, hasta el auge de la impresionante actividad industrial, principalmente la carbonífera bajo el mar, con galerías ventiladas por aire natural, sumergiéndose en las vicisitudes de personajes como Matías Cousiño, Luz Gallo, Luis Cousiño, Isidora Goyenechea y Carlos Cousiño, que dan a la narración un sabor delicioso.