¿querés coger conmigo? Coger en serio, digo, no eso que hicimos. ¿Qué hicimos? Eso, lo que hicimos, ¿o no eras vos? Yo era, pero no hice demasiado. Ah, ahora te vas a hacer el tonto. Bastante hiciste, nene, mucho, y yo me lo tragué, me dijo, me sonrió, me apretó más la mano. Yo dejé la mano pero le dije que otro día, que sí quería, que por supuesto que quería pero que otro día.
–Pichón, ¿vos cogiste alguna vez?
Me dijo, y me tiró el humo en la cara. Usaba el humo como los indios, para hacer señales. Le dije que claro, que qué carajo se creía.
–Claro, boluda, lo que pasa es que ahora me tengo que ir al cementerio, es el entierro de mi abuelo.
Me dijo ah era tu abuelo, me paré, le di un beso en la mejilla: muy cerca de los labios. No volví a verla en años.