Necesitamos familias extendidas. Necesitamos pandillas. Las tribus quedaron dispersas tras la Revolución Industrial. La idea de la familia nuclear: hombre, mujer, niños, perro, gato, es frágil. Espantosamente vulnerable. Así que yo le aconsejo a las personas que formen una suerte de pandilla. Y luego, ya sabes, deben amarse los unos a los otros».