Refutarlo es demasiado fácil. Para ello bastan referencias a la vaguedad del lenguaje del derecho, la posibilidad de conflictos de normas y colisiones de normas, el hecho de que ninguna norma pueda estar a disposición para la decisión de un caso y la posibilidad, no por completo excluida en la mayor parte de los sistemas legales, de la ampliación del derecho frente al texto de una norma. El modelo deductivo, en consecuencia, desde hace mucho no es ya sustentado por nadie como modelo completo de aplicación del derecho.