El mejor libro de la literatura mexicana del siglo xx
Este libro es una joya, que pluma, que imaginación. La amo.
Hubiera querido llevarlos a pasear por mi memoria para que vieran a las generaciones ya muertas: nada quedaba de sus lágrimas y duelos. Extraviados en sí mismos, ignoraban que una vida no basta para descubrir los infinitos sabores de la menta, las luces de una noche o la multitud de calores de que están hechos los colores. Una generación sucede a la otra, y cada una repite los actos de la anterior. Sólo un instante antes de morir descubren que era posible sonar y dibujar el mundo a su manera, para luego despertar y empezar un dibujo diferente. Y descubren también que hubo un tiempo en que pudieron poseer el viaje inmóvil de los árboles y la navegación de las estrellas, y recuerdan el lenguaje cifrado de los animales y las ciudades abiertas en el aire por los pájaros. Durante unos segundos vuelven a las horas que guardan su infancia y el olor de las hierbas, pero ya es tarde y tienen que decir adiós y descubren que en un rincón está su vida esperándoles y sus ojos se abren al paisaje sombrío de sus disputas y sus crímenes y se van asombradas del dibujo que hicieron con sus años. Y vienen otras generaciones a repetir sus mismos gestos y su mismo asombro final. Y así las seguiré viendo a través de los siglos, hasta el día en que no sea ni siquiera un montón de polvo y los hombres que pasen por aquí no tengan ni memoria de que fui Ixtepec.
Escuchar “Sabiéndose de los Descalzos” y “Andamos Huyendo” de Julieta Venegas.
“Estoy hecha con las noches que juntaron el de pronto olvido y aquella promesa de no volver, ya no extrañarlo arrepentir, hasta querer no verlo más... yo, y este corazón que no puede prometer nada”.
Lo leí en físico. Una novela fantástica.
Ixtepec se volvió uno de los pueblos fantasmas en mi itinerario de lugares por conocer.
Maravillosa lectura
Es una novela muy lírica, estoy seguro que no hay página que no tenga alguna figura retórica. Una gran historia narrada de forma magistral. Además de totalmente digno de ser leído, también merece ser estudiado. Muy recomendable.
No hay palabras para describir la sensación de vacío y soledad que me quedó al terminar de leer este libro. Maravilloso. Realmente creo que sí es uno de los mejores libros de la literatura mexicana. Grande, Elena Garro.