Cientos de años atrás, Caperucita Roja se convirtió en leyenda tras salvar a la humanidad del acecho de los lobos. Desde entonces, las cosas en la Villa de las Telas cambiaron y ahora todo se rige según el color de las caperuzas de sus habitantes:
Azul, para los Cazadores.
Rosa, para las Cuidadoras.
Esmeralda, en los casos más distinguidos, para los Urdidores del Destino.
Aunque no deseo admitirlo, Caperucita Roja y yo somos dos caras del mismo cuento de hadas. Porque si ella fue la primera en matar a un lobo, yo pasé a la historia como el primero al que ellos le perdonaron la vida; y con eso, marcaron el curso de mi suerte. Mi nombre es Elliot Lycaón y mi historia también se hizo leyenda en la Villa de las Telas, pero no por ser un héroe, sino por una maldición.