Alsacia apenas tiene 8.000 km2, es el departamento más pequeño de la Francia continental. Tal vez por ello y por su monotonía orográfica –un gran llano solo roto por las modestas cumbres de los Vosgos–, el país es muy homogéneo, con una economía volcada en la vinicultura, la industria y el turismo. Su deliciosa arquitectura, escapada de un cuento de los hermanos Grimm, se mantiene intacta. Su idioma, una variante del alemán, permanece vivo en las calles y en las escuelas. Sus castillos, herencia de cuando los recelos con los vecinos eran la norma, están bien conservados.
Tan solo cruzar el río Rin encontramos la también encantadora Selva Negra, una “gemela” alemana de la Alsacia francesa. Incorporamos en esta guía un capítulo con los lugares más destacados de ese territorio, perfectamente factible en el mismo viaje, pues hay muy pocos kilómetros de distancia y la experiencia es un complemento perfecto, tanto en lo arquitectónico como –sobre todo— en el disfrute de la naturaleza.
Todo actualizado en 2023 y acompañado de planos, fotografías e información práctica de la gastronomía local, transporte público, la famosa Ruta de los vinos y muchos datos de interés para el viajero.