Déjalo ir

Si sueltas un poco, obtendrás un poco de paz. Si sueltas mucho, tendrás mucha paz. Si sueltas completamente, alcanzarás la paz completa.
AJAHN CHAH

Soltar, en cambio, nos alivia de todo lo anterior. La mente se relaja y, libre de tensiones y de la energía que dedicamos a aferrarnos, sentimos una paz mucho mayor. Vemos las cosas tal cual son, despojadas de cualquier capa de miedo o ansiedad. Nos abrimos más al amor y a nuestros semejantes. Nos damos cuenta de que lo que buscamos cuando nos aferramos –seguridad, felicidad, alegría, paz mental– está ahí todo

Cuando dejamos de lado el apego a cómo deberían ser las cosas y retornamos a la alegría de nuestra verdadera naturaleza, encontramos lo que hemos estado buscando todo el tiempo, pero lo estábamos buscando en el mundo y no en nosotros mismos.

La iluminación no es la consecución de un estado superior de conciencia o de una nueva experiencia extraordinaria, sino que consiste en soltar todo lo que nos aleja del momento presente, sintiendo el placer derivado de simplemente ser. No hay otro lugar al que llegar más que este.

Somos capaces de reconocer con más facilidad cuando estamos bloqueados por pensamientos egoístas, y tenemos mayor capacidad para soltarlos.

No tenemos que buscar una respuesta, sino tan solo instalarnos en la indagación, con una mente abierta. Y el Yo comenzará a revelarse.

resulta útil recordar que esa molestia no se deriva tanto de la situación en sí como del modo en que la afrontamos.

¿qué es lo que realmente hay que cambiar?

Debemos abrirnos a la sabiduría de la mente no contaminada.

obsesionándonos con conseguir lo que creemos que nos hará felices