El género alcanza su apogeo alrededor de la década de los cincuenta entre los colaboradores de la revista Astounding ScienceFiction, con plumas que provenían fundamentalmente del ámbito científico, como Isaac Asimov (de formación químico), Arthur C. Clarke (de formación físico matemático), Hal Clement (de formación astrónomo), James Blish (de formación microbiólogo), Robert Heinlein (de formación ingeniero aeronáutico) o Larry Niven (de formación matemático).