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Knjige
Fiódor Dostoievski

Noches Blancas

  • Andrea Sánchezje citiraoпре 10 месеци
    De repente, me pareció que todos me abandonaban, a mí, que soy un solitario, y que todos me daban la espalda.
  • Ivonne Acostaje citiralaпре 3 месеца
    No necesito un consejo inteligente, necesito un consejo cordial, de hermano, como si llevara un año queriéndome.
  • eithan.˚₊je citiraoпре 6 месеци
    No sabíamos qué decir, reíamos, llorábamos, dijimos miles de palabras sin relación ni sentido
  • Andrea Sánchezje citiraoпре 10 месеци
    No sabíamos qué decir, reíamos, llorábamos, dijimos miles de palabras sin relación ni sentido; tan pronto íbamos por la acera como nos dábamos la vuelta y empezábamos a cruzar la calle, después nos parábamos y volvíamos a cruzar a la orilla; éramos como niños…
  • Sofi An Cruzje citiralaпре 19 сати
    —¡Oiga, escúcheme! —interrumpí yo—. Discúlpeme si de nuevo le digo algo un poco… Pero aquí va: Es imposible que no venga mañana. Soy un soñador, tengo tan poca vida real y momentos como este, como el de ahora, los cuento tan raramente que es imposible que no repita estos momentos en sueños. Soñaré con usted toda la noche, toda la semana, el año entero. Seguro que vengo mañana aquí, justo aquí, a este mismo lugar justo a esta hora, y seré feliz recordando el día de ayer. Este sitio ya me es querido. Tengo otros dos o tres sitios así en San Petersburgo. Incluso una vez me eché a llorar por los recuerdos, como usted… Quién sabe, quizá también a usted, hace diez minutos, los recuerdos le hicieron llorar… Pero perdóneme, he vuelto a dejarme llevar. Quizá usted haya sido especialmente feliz aquí…
  • Sofi An Cruzje citiralaпре 19 сати
    Ay, si usted supiera las veces que me he enamorado así…
    —Pero ¿cómo es eso? ¿Y de quién?
    —Pues de nadie, de un ideal, de aquella con la que haya soñado. En mis sueños creo novelas enteras. ¡Huy, usted no me conoce! Claro que habré tratado con dos o tres mujeres —de otra forma no se puede—, pero ¿qué mujeres eran? No eran más que dueñas que… Pero le estoy haciendo reír, le contaré que más de una vez he pensado en ponerme a hablar así por las buenas, en la calle, con alguna aristócrata, cuando estuviera sola, claro está. Hablar con timidez, por supuesto, con respeto y pasión. Decirle que perezco en soledad para que ella no se aparte de mí, que no tengo métodos para conocer siquiera a una sola mujer, sugerirle que incluso es su obligación como mujer no rechazar una súplica tan tímida de alguien tan desgraciado como yo. Que, finalmente, todo lo que pido es que me digan con simpatía dos palabras fraternales, que no me aparten a la primera, que crean en mí de palabra, que escuchen atentas lo que voy a decir, que se rían de mí si quieren, que me infundan esperanzas, que me digan dos palabras, dos palabras nada más, y luego no importa si no nos vemos más… Pero se ríe usted… Bueno, también hablo para eso…
    —No se enoje, me río porque es usted su propio enemigo y, si lo intentara, lo conseguiría, puede que aun en la calle le salga bien. Cuanto más sencillo, mejor le saldrá… Ni una sola mujer buena, a no ser que sea tonta o, sobre todo, que en ese momento esté enfadada por algo, se resolvería a echarlo a usted sin esas dos palabras que ha implorado tan tímidamente… Aunque yo le tomaría por un loco, sin duda. De hecho, así le juzgué. ¡Bien sé yo qué gente hay por ahí!
  • Sofi An Cruzje citiralaпре 19 сати
    Juzgue quién soy: ya tengo veintiséis años y nunca he tenido trato con nadie. ¿Cómo puedo hablar bien y, además, con habilidad? Será más provechoso cuando se haya contado todo abiertamente. No sé callar cuando el corazón habla en mi interior.
  • Sofi An Cruzje citiralaпре 19 сати
    Tenía el corazón en un puño. Y, por muy tímido que fuera con las mujeres, era una situación que… Retrocedí, caminé hacia ella y sin duda alguna hubiera dicho: «¡Señorita!», de no haber sabido que esta exclamación se había dicho ya miles de veces en todas las novelas rusas sobre la aristocracia.
  • Sofi An Cruzje citiralaпре 20 сати
    —y es que basta con que una silla no esté como debiera, como ayer, para que yo ya no sea yo—
  • Raúl Martínezje citiraoпре 5 дана
    ¡Y con qué voy a soñar cuando en la vida real he sido tan feliz a su lado!
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