Open. Mi Historia

vida es un partido de tenis entre extremos opuestos. Ganar y perder, amar y odiar, abrir y cerrar. Reconocer pronto ese doloroso hecho ayuda. También hay que reconocer los extremos opuestos que hay en nosotros, y si no podemos entregarnos a ellos, o reconciliarnos con ellos, debemos al menos aceptarlos y seguir adelante. Lo único que no podemos hacer es ignorarlos.

Ser hermanos, ser amigos, el amor, eso es lo que abre las puertas de la cárcel gracias a un poder supremo, a una fuerza mágica.
VINCENT VAN GOGH, carta a su hermano, julio de 1880

Cuando mi padre se enfada ocurren cosas malas. Si él dice que voy a jugar al tenis, si dice que voy a ser el número uno, ése es mi destino, y yo no puedo hacer más que asentir y obedecer. Y le aconsejaría a Jimmy Connors o a cualquier otra persona que hiciera lo mismo que yo

Cierro los ojos y me digo: controla lo que esté en tu mano controlar.
Lo repito, esta vez en voz alta. Decirlo en voz alta me da valor

No es egoísmo por su parte, sino la impresión errónea de que ganar es lo normal, y perder, lo excepcional.

las victorias no nos hacen sentir tan bien como mal nos hacen sentir las derrotas, y las buenas sensaciones no duran tanto como las malas. Con gran diferencia.

No puedo culparlo por no saber cómo decir lo que lleva en el corazón. Es la maldición de la familia.

¿Qué rebelión me queda ya? ¿Qué nuevo pecado puedo cometer para demostrarle al mundo que no soy feliz y que quiero volver a casa?

Tal vez estén haciendo lo que yo también haría si pudiera: huir de mi padre

Y ese abismo, esa contradicción entre lo que quiero hacer y lo que de hecho hago, me parece la esencia de mi vida.