• Respetar el horario de las comidas: desayuno, almuerzo y cena.
• Evitar en la medida de lo posible comer entre horas.
• Comer lentamente.
• No excederse en el consumo de bebidas alcohólicas.
• Comer con moderación
• No dejarse llevar por la gula y, en caso de hacerlo, no exagerar.
• Acostumbrarse a beber mucha agua a lo largo del día.
• Incluir fibra en la dieta.