He soñado con aquella canción, con aquellas extrañas palabras y su sencilla melodía, y en diversas ocasiones, en el sueño, he entendido lo que decía. En esos sueños yo también hablaba aquella lengua, la primera lengua, y tenía poder sobre la naturaleza de todo lo real. En mis sueños, era la lengua de lo que existe, y cualquier cosa hablada en esa lengua se volvía real, porque nada de lo que se dijera en ese idioma podía ser mentira. Es la piedra angular de todo.