Alejandra Arévaloje citiralaпре 6 година
No le cuento que la razón por la que no puedo fruncir el ceño delante de otra persona es porque me preocupa demasiado lo que los otros piensen de mí y esa preocupación excesiva probablemente me haya condicionado a tener solo una expresión feliz. Es una sonrisa pauloviana.
  • Registrujte se ili se prijavite da biste komentarisali
    fb2epub
    Prevucite i otpustite datoteke (ne više od 5 odjednom)