La sexta trampa

Tarde o temprano tenía que llegar al final del caso que me ha tenido en vilo, sabía que iba a suceder, pero no por eso estaba listo, aunque para Sam Porter y Anson Bishop han pasado tan solo seis días, para mí, pasaron unos cuantos años desde aquella vez que me regalaron el cuarto mono, hasta que pude cerrar el círculo.

Capítulos cortos, ágiles y con ese no sé que que, que, que se yo, que te orilla a seguir leyendo, no podría quejarme de Barker y su estilo, es bueno y muy sencillo de seguir; sin embargo, la trama se complica muchísimo para mi gusto, por muy sencillo que sea de leer, creo que el libro se desborda de personajes, historias y sub tramas que nublan un poco la historia que de por sí ya es compleja.

Lo maravilloso del libro es su constante reiteración de las razones del mono, no ver el mal, no decir el mal, no oír el mal y, sobre todo, no hacer el mal, estos preceptos, aunque torcidos por toda la serie de asesinatos y atrocidades, terminan siendo el eje que hace dudar al lector sobre si lo que hacen aquí es bueno o malo, ambos lados tienen un fundamento muy sólido, y eso es increíble, porque cuando parece que todo es negro o blanco, resulta que tiene una cantidad de matices inesperados.

Mi única queja del libro es al final, cuando creía que no podía ser mejor, se diluye en dos capítulos que hacen que todo se vaya al garete, a mí me pareció una tomada de pelo, creo que el libro hubiera sido extraordinario si lo deja todo en las últimas explicaciones, y no en una última persecución, no me gustó para nada.