Cuando los gemelos tenían solo unos días de vida les envió una serpiente pitón a comérselos. ¿Os acordáis de la piedra de magnetita que Rea embarazada logró que Crono engullera en lugar del niño Zeus? ¿La que luego había vomitado y que Zeus lanzó por los aires desde Otris? Bueno, pues había aterrizado en un lugar llamado Pito, en las faldas del monte Parnaso. Incrustada en la tierra acabaría convirtiéndose en el Ónfalos o piedraumbilical de Grecia –el ombligo helénico, su centro espiritual y punto de origen–. En el lugar exacto donde cayó, a una orden de Gea, para quien aquel territorio ya era sagrado, había emergido del suelo una enorme serpiente parecida a un dragón que habría de ser la guardiana de la piedra. Tomando el nombre de su lugar de nacimiento se llamó Pitón, como muchas serpientes en su honor desde entonces
Vete al Pito.